Las Frases del Mes: DICIEMBRE.

DICIEMBRE (ing. December, fr. décembre, al. Dezember, port. dezembro, gr. Δεκέμβριος / Δεκέμβρης, estremeñu deziembri, vasc. abendua), Mes duodécimo (y no décimo, a pesar de su nombre) y último del año, con una duración de 31 días.
Diciembre, mes de la Navidad en el mundo cristiano. En la imagen, Árbol de Navidad en Londres. Fuente: nationalgeographic.com.es
Procede del lat. December, derivado a su vez del numeral cardinal decem “diez” por ser decimus mes del año en el primitivo calendario romano que se iniciaba en marzo hasta que la reforma republicana de 153 a.C. hizo comenzar el año en las Kalendae Ianuariae “las Calendas de Enero” (1 de enero). Desde entonces, diciembre pasó de décimo a duodécimo, aunque conservó su antiguo nombre como le sucedió también a septiembre, octubre y noviembre (ver entradas homónimas en este mismo blog).
Constelación de Sagitario "el flechador", cuya estrella más brillante es Kaus Australis. Fuente: es.wikipedia.org

En diciembre frío, y calor en el estío
. Diciembre es el mes que marca el fin del otoño y da paso al invierno. Es por ello la época más propia y propicia para que el frío se adueñe definitivamente de nuestras tierras: En diciembre, hielos y nieves, y lo contrario será mala señal: Diciembre caliente trae al diablo en su vientre. Sus tres primeras semanas son también las últimas del otoño y transcurren bajo el signo zodiacal de Sagitario “el flechador”; su semana final, tras el SOLSTICIO DE INVIERNO, es también la primera del signo zodiacal de Capricornio (derivado su nombre del lat. caper “cabrón”, “macho cabrío” y cornu “cuerno”), que es el encargado de iniciar el nuevo año.  Las festividades tradicionales de diciembre están en su mayor parte relacionadas precisamente con ese solsticio de invierno en que asistimos a la noche más larga y el día más corto del año, a partir del cual se va percibiendo el aumento gradual de los días y el recorte progresivo de las noches hasta su definitivo equilibrio en el equinoccio de primavera.
Relieve que representa el dios Mithra procediendo al sacrificio ritual del toro o taurobolio. Fuente: es.wikipedia.org
No es casualidad, pues, que en las religiones y cultos mistéricos orientales, y en concreto en el mitraísmo –que gozó de gran difusión en el territorio del Imperio Romano- fuese esta fecha, la del solsticio de invierno –que en el Calendario Juliano coincidía con el día de Navidad y su madrugada, la Nochebuena- la considerada como la fecha del nacimiento del dios Mithra (divinidad de origen persa relacionada con el cielo y la luz) bajo su advocación de Sōl Invictus, ese sol invencible que vuelve a renacer cuando parecía que iba a acabar por perderse definitivamente en las sombras. Tampoco es casualidad que esa exitosa religión de síntesis que fue el cristianismo eligiera precisamente esta fecha como la de la Nātīvitās “nacimiento” de su dios en la tierra: Jesucristo, origen de la Navidad tal y como la conocemos y celebramos por estas latitudes.
El sepulcro megalítico o dolmen de Huerta Montero, en Almendralejo (Badajoz), iluminado por el sol naciente del solsticio de invierno. Fuente: arqueotur.org
Nuestros antepasados del Neolítico, cuya fiel observación y profundo conocimiento de la Naturaleza y sus leyes nunca llegaremos a saber con exactitud, orientaron sus monumentos megalíticos, enterramientos colectivos de la comunidad, hacia el oriente, lugar de nacimiento del sol, como símbolo de la esperanza en una nueva vida tras la muerte; en algunos de ellos, como en el recientemente restaurado de Huerta Montero, en Almendralejo (Badajoz), la galería o corredor del sepulcro megalítico está orientado de tal manera que es iluminado de lleno por el sol del amanecer precisamente en el solsticio de invierno, un espectáculo digno de ver y que congrega cada año a decenas de curiosos -entre los que me cuento-.
Matanza tradicional extremeña en Madrigal de la Vera (Cáceres). Fuente: puertadelavera.com
Diciembre es mes de recogimiento en el hogar y junto a su fuego: El mes de Pascua, pásalo junto al ascua. Así lo aconsejan su frío intenso y sus muy cortos días: En diciembre sale el sol con tardura, y poco dura. La naturaleza parece entrar en un letargo profundo: En diciembre, la tierra duerme. Sin embargo, es mes de febril actividad en nuestro entorno rural, con la matanza del cerdo y la recogida de la aceituna para almazara. Para muchos de nosotros es también período de vacaciones invernales, lo cual por sí solo es ya suficiente motivo de alegría.

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